No cabe la vida justa en la vida falsa, una sentencia como esta utiliza Adorno para aseverar que el espiritu Hegeliano ha dado pie a una vida cosificada y sin felicidad. Incluso las esferas de la vida que parecen más alegadas de la cosificación se convierten inmediatamente en fuentes de alienacion, no cabe amor en un mundo donde la utilidad es la unica vara de medir. Tal vez por esto yo nunca encontrare el amor, pero siempre me queda el consuelo de los tontos: NADIE lo encontrara nunca.
1 Verborreas:
¿Por qué vivimos entonces?
Un abrazo crak, te amenazo con seguir asomando por aquí de vez en cuando si sigues así :D (yo también quise empezar poniendo todo lo que se me ocurría y acabé monotemático).
Mimos
(MataPlá!)
Publicar un comentario